La literatura, en este volumen, aparece como un lugar privilegiado para esa reconfiguración pedagógica. No se trata aquí de la enseñanza tradicional de la literatura como monumento, como canon cerrado y estandarizado, sino como archivo vivo, como dispositivo cultural capaz de interpelar los imaginarios colectivos, de abrir preguntas sobre la identidad, la otredad, el conflicto, la memoria, la experiencia del cuerpo, la lengua y la diferencia. Los textos literarios que atraviesan estas páginas —poemas, novelas, cartas, obras de teatro, autobiografías, relatos orales— no son meros objetos de análisis, sino herramientas pedagógicas que permiten descentrar las miradas, poner en cuestión los saberes hegemónicos y construir espacios de diálogo crítico.Muchas de las propuestas aquí recogidas parten del cuestionamiento del canon, tanto en lo que respecta a las autorías como a los temas y enfoques legitimados. ¿Quién escribe la historia literaria? ¿Quiénes quedan fuera? ¿Qué narrativas se privilegian y cuáles se silencian? Estas preguntas recorren los trabajos dedicados a escritoras marginalizadas, a voces feministas olvidadas, a experiencias coloniales, exiliadas o racializadas que han quedado al margen de la tradición oficial. En este sentido, la literatura se convierte no solo en objeto de enseñanza, sino también en vía para interrogar las formas en que el conocimiento se produce, circula y se valida.Desde una posición crítica, el volumen apuesta por una concepción de la enseñanza que no separa el contenido del contexto, ni el saber del sujeto que lo enuncia. Enseñar, para quienes escriben en estas páginas, es un acto situado, encarnado. Por ello, se hace imprescindible adoptar una mirada interseccional, que reconozca que las relaciones de género no se dan de forma aislada, sino entrelazadas con otras formas de desigualdad: la clase, la edad, la discapacidad, la sexualidad, la lengua o la nacionalidad. Las dinámicas del aula están atravesadas por todas estas variables, que configuran los modos en que se enseña y se aprende, se participa o se excluye, se habla o se calla.